27 de abril de 2010

Parque Natural de Gorbeia

La declaración del Parque Natural de Gorbeia fue el 21 de junio de 1994, fecha en la que se aprobó la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco. En el mismo día, se aprobó su Plan de Ordenación de Recursos Naturales y cuatro años más tarde el Plan Rector de Uso y Gestión. Este Parque Natural es el mayor Espacio Natural Protegido de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Según el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Gorbeia, se declaró con 20.016 hectáreas y afecta a tres municipios del Territorio Histórico de Araba (Zuia, Urkabustaiz y Zigoitia) y a cinco del de Bizkaia (Areatza, Artea, Orozko, Zeberio y Zeanuri). 7.683 hectáreas pertenecen a Bizkaia y el resto a Álava. La contribución por superficie de estos 8 municipios es la siguiente: Areatza 561 ha, Artea 125 ha, Zigoitia 3.637 ha, Orozko 3.976 ha, Urkabustaiz 1.342 ha, Zeanuri 2.885 ha, Zeberio 136 ha y Zuia 7.349 ha. Actualmente cuenta con 20.211 hectáreas. Dentro del Parque Natural se han diferenciado distintas áreas, que de menor a mayor grado de protección son las siguientes: Zonas de Progresión Ecológica, Zonas de Conservación Activa II, Zonas de Conservación Activa I, Zonas de Protección, Reservas y Reservas Integrales. En la fotografía, montes Gorbeia y Aldamin, desde el monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Biotopo Protegido de Itzina

En el año 1995, el Gobierno Vasco declaró como Biotopo Protegido el Macizo de Itzina. Para conocerlo, véase el Decreto 368/1995. En la fotografía, el Macizo de Itzina desde el monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).
En la fotografía, el Macizo de Itzina y la surgencia de Aldabide desde Altzagorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Origen del Macizo de Gorbeia

En el período Cretácico, hace unos 100 millones de años, el territorio del País Vasco se encontraba cubierto por un mar cálido, tranquilo y poco profundo, lo que favoreció la proliferación de corales y moluscos bivalvos como las rudistas, que formaron agregaciones calcáreas. A medida que estos animales iban muriendo, sus caparazones y esqueletos duros comenzaron a acumularse en el fondo marino, originando grandes estratos de rocas calizas. Posteriormente, tuvo lugar una gran deposición de materiales de origen continental aportados a través de los ríos. Sales carbonatadas, arenas, limos y arcillas se depositaron sobre los estratos de caliza, dando lugar a otro tipo de formaciones rocosas como areniscas y margas calcáreas. Al finalizar el período Cretácico se produjo la Orogenia Alpina, cuando como consecuencia de la compresión de la placa ibérica contra la placa europea, se produjo el plegamiento y elevación de dichos materiales. Debido a este plegamiento, los materiales sedimentados bajo las aguas se encuentran a diferentes alturas. Desde entonces hasta la actualidad, la erosión y los procesos geomorfológicos han ido modelando el paisaje. En el Macizo de Gorbeia se han ido redondeado las cimas con areniscas, caso de los montes Gorbeia y Oderiaga, y se han karstificado las zonas donde han aflorado las calizas, caso del Macizo de Itzina o el monte Aldamin. En la fotografía, el Macizo de Itzina desde el monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Tejos de Arimegorta

El artículo 13 de la Ley de Conservación de la Naturaleza del País Vasco clasifica en tres categorías los espacios naturales protegidos: Parque Natural, Biotopo Protegido y Árbol Singular. En el año 1995 se hizo la primera declaración de árboles singulares del País Vasco, donde se incluyeron dos tejos (Taxus baccata), ambos situados en el paraje de Arimegorta, municipio de Zeanuri (Bizkaia) del País Vasco y una segunda declaración en el año 1997. En esta fotografía, el Tejo de Agiñarte, catalogado como Árbol Singular, en el municipio de Zeanuri (Bizkaia). Según el libro editado en el año 1990 "Árboles singulares de Euskadi" por el Servicio de Publicaciones del Gobierno Vasco, por entonces tenía un perímetro de 3,75 metros, una anchura de copa de 13 metros y una altura de 11 metros.
En esta fotografía aérea se ofrece la localización de los tejos de Agiñarte y Agiñeta, incluyendo el Árbol Singular de la fotografía superior (el símbolo más grande).
Desde el 31 de marzo de 2010, incluye una cuarta, que se define como "Zona o lugar incluido en la Red Europea Natura 2000 (lugares de importancia comunitaria –LIC–, zonas especiales de conservación –ZEC– y zonas de especial protección para las aves –ZEPA–), sin perjuicio de coincidir especialmente, de forma total o parcial, con las categorías anteriores", que según el artículo 16bis "Son zonas o lugares incluidos en la Red Europea Natura 2000 los designados conforme a las directivas europeas 92/43/CEE o de Hábitats y 79/409/CEE o de Aves y a su transposición a la legislación española por medio de la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad".
En esta fotografía, queda en evidencia el contraste entre el follaje de color verde oscuro de un tejo y el color verde claro de las hojas jóvenes de un haya (Fagus sylvatica).
En esta fotografía, el Tejo de Aginalde, catalogado como Árbol Singular. Según el libro editado en el año 1990 "Árboles singulares de Euskadi" por el Servicio de Publicaciones del Gobierno Vasco, por entonces tenía un perímetro de 3,93 metros, una anchura de copa de 11 metros y una altura de 13 metros.
En esta fotografía aérea se ofrece la localización de los tejos de Aginalde, incluyendo el Árbol Singular de la fotografía superior (el símbolo más grande).
Este es otro de los aproximadamente 40 tejos de Arimegorta. Tejo en euskera es "hagina". Los tejos se encuentran en Arimegorta, en un paraje que también recibe el nombre de Aginalde (de "hagina"=tejo y el sufijo "alde"=zona de), Aginarte (de "hagina"=tejo y el sufijo "arte"=entre) y Agiñeta (de "hagina"=tejo y el sufijo "eta"=agrupación de), que hacen referencia a esta tejeda. Tomé estas fotografías el 26 de abril de 2010.

Clima

El Macizo de Gorbeia ofrece resistencia a la circulación de las masas de aire que provienen del mar Cantábrico, lo que hace que se modifiquen localmente las condiciones atmosféricas, provocando que las precipitaciones sean más abundantes en la vertiente atlántica que en la mediterránea. La precipitación media es de unos 1.800 mm al año. En las zonas más altas se dan las temperaturas medias más bajas y las mayores oscilaciones térmicas. Se distinguen dos pisos bioclimáticos: el colino, hasta unos 600 m de altitud, y el montano, por encima de esta cota. Los ombrotipos presentes son el húmedo, hasta 1400 mm de precipitación anual, y el hiperhúmedo, por encima de dicho valor. Tomé esta fotografía de los montes Gorbeiagane y Aldamin desde la cumbre del monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Ríos y arroyos

La red fluvial está formada por numerosos pequeños arroyos que descienden por la vertiente atlántica y confluyen finalmente en los ríos Arratia y Altube, y también por la mediterránea, hasta los ríos Baia y Zubialde. En la fotografía, el arroyo Alarrieta, cerca de Usabel, municipio de Orozko (Bizkaia).

Fuentes

Las fuentes son puntos deseados por los montañeros y excursionistas que recorren el Macizo de Gorbeia. En la fotografía, la fuente cercana a la cima de Gorbeiagane, municipio de Zeanuri (Bizkaia), a 1400 metros de altitud.
 
En la fotografía, la fuente de Goikogane, municipio de Orozko (Bizkaia).

Pueblos

En la fotografía, el pueblo de Urigoiti, municipio de Orozko (Bizkaia).
En la fotografía, cruces de madera clavadas sobre el tronco de un fresno, cerca de Igoarritza, municipio de Orozko (Bizkaia).

Karst

 
En la fotografía, lapiaz cerca del monte Asparreta del Macizo de Itzina, municipio de Orozko (Bizkaia).
 
En la fotografía, karst en el monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Gorbeiagane

El monte Gorbeiagane, con una altitud de 1.482 metros de altitud, es el monte más alto del Macizo de Gorbeia y también de Bizkaia y Araba. Está constituido por areniscas. En la fotografía, la cruz de la cumbre del monte Gorbeiagane, en el límite entre Zeanuri (Bizkaia) y Zuia (Araba).
En la fotografía, el monte Gorbeiagane visto desde el monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia), localidad única dentro del País Vasco del helecho Diphasiastrum alpinum y de las plantas con flores Ranunculus amplexicaulis y Scorzoneroides pyrenaica subsp. pyrenaica.

Aldamin

El monte Aldamin (1.376 m) está formado por calizas con rudistas y corales, y depósitos periglaciares, estos últimos principalmente en la ladera orientada al norte. En la fotografía, el monte Aldamin visto desde Arimegorta, municipio de Zeanuri (Bizkaia).
De plantas herborizadas en este monte se describió la especie Erysimum gorbeanum y, seguramente, Pritzelago alpina subsp. auerswaldii. Además, es la única localidad dentro de Bizkaia de Pulsatilla alpina subsp. cantabrica, Pedicularis tuberosa y Nigritella gabasiana, cuyas plantas han quedado restringidas a lugares de acceso muy difícil para el ganado doméstico, aunque las cabras consiguen llegar a muchos puntos que podrían parecer inaccesibles. En la fotografía, el monte Aldamin desde el monte Gorbeiagane, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Lekanda

El monte Lekanda (1.302 m) es el más alto del Macizo de Itzina y como todo él, está constituido por calizas con rudistas y corales. En la fotografía, el monte Lekanda del Macizo de Itzina desde el barranco de Lanbreabe, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Oderiaga

 
El monte Oderiaga o Arna (1.245 m), tras el monte Gorbeiagane, es el más alto entre los silíceos. Está formado por areniscas, mezcladas con lutitas en su cara norte. En la fotografía, el monte Oderiaga desde Argindegorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Ipargorta y Usotegieta

Una zona muy karstificada de calizas separa las cumbres silíceas de los montes Ipargorta (1.235 m), y Usotegieta (1.188 m). En la fotografía, el monte Usotegieta desde el monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).

Bosques y plantaciones forestales

El siglo XX fue nefasto en lo que respecta a la conservación del bosque autóctono de la parte vizcaína del Macizo de Gorbeia. Durante los primeros 50 años el carboneo intensivo hizo el principal daño, como dejó escrito el botánico Emilio Guinea. En su libro "Vizcaya y su paisaje vegetal" aparece publicada una fotografía tomada el 25 de julio de 1948 en la que se ve el hayedo ya muy deteriorado por el carboneo de la cabecera del barranco de Lanbreabe, junto al embalse de Iondegorta, municipio de Zeanuri (Bizkaia). En el mismo año se produjo el que ha sido considerado el primer acto ecologista en el País Vasco y en España: Ángel Sopeña, en nombre de la Delegación Regional de Montaña, dirigió un escrito a la Diputación de Bizkaia, en el que se quejaba de la tala de especies forestales frondosas en Andramariortu, Atxulaur y otros lugares y del contenido monoespecífico de las repoblaciones forestales en base al Pino insignis. De nada sirvió. Los alcaldes franquistas, la diputación y los ingenieros de montes del ICONA (paradójicamente, Instituto para la Conservación de la Naturaleza) consiguieron acabar con la mayoría de las hayas, robles, tejos y otros árboles en los años que duró la Dictadura de Franco, dejándolo reducido a plantaciones forestales de coníferas exóticas. En la fotografía, hayedo-robledal de Altube, municipio de Amurrio (Araba).
Sin embargo, en Álava actualmente los hayedos (Fagus sylvatica) son los bosques principales y ocupan amplias extensiones, principalmente en la cabecera del río Altube, cuyo hayedo-robledal tiene una extensión de unas 2.000 hectáreas, lo que supone una décima parte de la superficie protegida por el Parque Natural. El robledal (Quercus robur), propio de las zonas más bajas, cuenta con diversos bosques en el extremo meridional y occidental, muchas veces mezclado con el hayedo como sucede en parte del bosque de Altube. En algunas zonas, como Padurabaso, se conservan retazos de robledal albar (Quercus petraea subsp. petraea). En otras zonas, por ejemplo en la cuenca del río Arratia y en Barazar, las plantaciones de coníferas han sustituido casi completamente al robledal. Entre estas plantaciones destacan las de Pino de Monterrey (Pinus radiata), pero también las de Pino laricio (Pinus nigra subsp. laricio), Ciprés de Lawson (Chamaecyparis lawsoniana), Alerce japonés (Larix kaempferi) y otras. Para saber más sobre la gestión forestal realizada en Bizkaia, véase mi artículo "Gestión forestal y conservación de la biodiversidad en Vizcaya", publicado en el año 2007 en la revista Quercus y el libro "Los bosques de Bizkaia". En las zonas bajas de la vertiente mediterránea, por debajo de 900-1000 m, se encuentran amplias superficies de marojal (Quercus pyrenaica) y de plantaciones forestales de Pino silvestre (Pinus sylvestris). La vegetación actual en las zonas más altas está constituida por grandes extensiones de pastizales montanos y matorrales. Los brezales-argomales-helechales son los matorrales más frecuentes y cubren grandes extensiones en el dominio de los bosques caducifolios. La mayor o menor cobertura de cada uno de estos matorrales depende del grado de acidez del suelo y del manejo: quemas, pastoreo y siegas. Sobre los suelos más pobres y ácidos dominan los brezos (Calluna vulgaris, Erica vagans, Erica cinerea y Daboecia cantabrica) y el helecho común (Pteridium aquilinum), que en muchas zonas ha sido favorecido mediante siegas. En los suelos mejor conservados, en una etapa más avanzada en la sucesión hacia la vegetación forestal permanente, dominan los argomales (Ulex gallii y U. europaeus). En la fotografía, trozas de Alerce japonés apiladas en Saldropo, municipio de Zeanuri (Bizkaia).
En las crestas de los montes silíceos se localizan grandes extensiones de brezales-argomales-helechales que, a pesar de la fuerte carga ganadera que soportan, los ganaderos no consiguen transforman en pastizales debido a la pobreza del suelo. Los brezales altos de Erica arborea constituyen zonas arbustivas que forman la etapa de sustitución inmediatamente posterior a la destrucción del hayedo. Sobre suelos silíceos la quema y el pastoreo extensivo en los brezales-helechales-argomales provocan su transformación en pastizales de Agrostis curtisii. Estos pastizales cubren amplias superficies en los montes Gorbeiagane y Oderiaga, donde las duras condiciones climáticas les imprimen un carácter permanente. En suelos calcáreos son más frecuentes las praderas montanas de diente constituidas por céspedes rasos pastados desde la primavera al otoño por rebaños de ovejas y, en menor medida, por ganado caballar y vacuno. Al pie de algunos montes calizos se forman canchales, principalmente en Itzina y Aldamin. Sobre los suelos esqueléticos de las montañas calizas se desarrollan los pastos petranos. Los roquedos de las montañas calizas, al igual que los canchales y los pastos petranos, se caracterizan por una baja cobertura vegetal, principalmente herbáceas de montaña. En la fotografía, Itzina, Arraba e Igiriñao desde cerca de la cumbre de Gorbeiagane, Zeanuri (Bizkaia).

Pastos alpinizados

La vegetación actual en las zonas más altas está constituida por grandes extensiones de pastizales montanos y brezales. Los brezales-argomales-helechales son los matorrales más frecuentes, y cubren extensas parcelas en los dominios de los bosques acidófilos. La dominancia de unas especies sobre otras depende tanto del grado de acidez del suelo como del manejo a que se ha visto sometido por parte del ser humano: quemas, pastoreo y siegas. Sobre los suelos más pobres y ácidos dominan los brezos (Calluna vulgaris, Erica cinerea, Erica vagans y Daboecia cantabrica), y pueden ser frecuentes también algunas argomas (Ulex spp.), el helecho común (Pteridium aquilinum), que en muchos lugares se ha visto favorecido mediante siegas. Los argomales (Ulex spp.) constituyen una etapa más avanzada hacia la vegetación forestal permanente, e indican suelos mejor conservados que los brezales. Todas las crestas de los montes silíceos de la divisoria de aguas albergan grandes extensiones de brezales-argomales que, a pesar de la fuerte carga ganadera y debido a la pobreza del suelo, los ganaderos no consiguen transforman en pasto. En la fotografía, Austegiarmin y monte Oderiaga, desde el monte Ipargorta, municipio de Orozko (Bizkaia).
Las praderas montanas y pastizales alpinizados, alternando frecuentemente con matorrales como los brezales-argomales-helechales, así como con zonas cubiertas principalmente por rocas de cierto desarrollo, albergan comunidades de aves poco densas y poco diversas. Sin embargo, poseen la peculiaridad de estar formadas por especies nidificantes poco comunes en el País Vasco. Entre ellas, cabe citar a la Alondra común (Alauda arvensis) y la Collalba gris (Oenanthe oenanthe), que resultan comunes en las zonas continental y mediterránea de la Península Ibérica, pero que en la zona atlántica limitan su distribución a los hábitats montanos no forestales, o el Bisbita alpino (Anthus spinoletta), un representante de la fauna norteña europea, que en el País Vasco vive únicamente en las cotas más altas. En la fotografía, ladera noreste del monte Gorbeia, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Refugios de montaña

En la fotografía, el refugio de Igirañao, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Arimegorta, Arraba, Igiriñao

En la fotografía, rebaño de ovejas en la campa de Arimegorta, municipio de Zeanuri (Bizkaia).
En la fotografía, la campa de Arraba desde la subida al monte Gorbeia, municipio de Zeanuri (Bizkaia).
En la fotografía, la campa de Igiriñao y al fondo la de Arraba, desde la subida al monte Gorbeia, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

25 de abril de 2010

Ericera en Kutxinarriaga

Como se puede leer en un panel junto a la ericera de la fotografía: Hasta tiempos aún no muy lejanos, las laderas de nuestros montes estuvieron poblados por robles y castaños, hasta una altura de unos 600 m. Durante siglos, hasta bien entrado el s. XX, la castaña constituyó un alimento fundamental, sobre todo en las casas humildes. Según testimonios recogidos de gentes de la zona y que hacen referencia a las primeras décadas de aquel siglo, "los pudientes, en las cenas, antes de las castañas solían tomar caldo o algún otro alimento; los pobres, las más de las veces, sólo castañas". Estas han sido consumidas en forma de pan, potaje, etc, si bien últimamente cocidas y sobre todo asadas. La recolección de la castaña, así como la de otros frutos, se realizaba fundamentalmente en octubre, de ahí que a este mes se le llamaran "Bildilla", de "bildu" e "illa", mes de recoger, de allegar. Una vez vareados los castaños, los erizos se recogían a un cesto, empleando para no pincharse las manos con las púas de los mismos, unas tenacillas hechas con fleje de castaño, que llamaban "Ugelexue", "Txubelexue". Estos cestos eran luego vaciados dentro de uno corros de piedra seca (sin masa), de forma por lo general circular u ovaladas, construidos en los mismos castañales. "Kirikiñausie" los llaman en Orozko. "Kirikiño esie" también en Zeanuri. Durante el último tercio del siglo XIX y el primero del XX la enfermedad de la tinta del castaño (Phytophthora cinnamomi y Ph. cambivora), seguida posteriormente por la del chancro (Endothia parasitica) acabaron con gran parte de los castaños del País Vasco. En la fotografía, una ericera restaurada en Kutxinarriaga, cerca de Usabel, municipio de Orozko (Bizkaia).

23 de abril de 2010

Dolmen de Pagozarreta

Tradicionalmente, se ha asociado el megalitismo con las poblaciones pastoriles. Algo de esto debe haber, porque generalmente los dólmenes y menhires se encuentran en pastizales de montaña, collados, caminos o lugares de paso, que seguramente eran frecuentados por grupos de pastores, como actualmente. Los constructores de dólmenes son los primeros pastores que frecuentaron el Macizo de Gorbeia. No obstante, es difícil concebir poblaciones pastoriles puras. Seguramente eran también agricultores, que en verano llevarían sus rebaños a la montaña. Además, hay también monumentos megalíticos en zonas agrícolas de valle, como por ejemplo en La Rioja. Según Ángel Armendariz, la deforestación debida a las necesidades de alimentar las ferrerías y de la construcción naval fue crucial en la creación del paisaje actual. Sin embargo, hay datos de análisis polínicos que sugieren espacios ya deforestados desde el Neolítico. Seguramente la población era reducida y, en la montaña, tal deforestación se limitaba a áreas también pequeñas, a veces parece que coincidentes con majadas actuales, lo cual tiene su lógica, porque el mejor sitio es siempre el mejor sitio, en el Neolítico y ahora. En las Sierras de Aralar y Aizkorri, mejor investigadas en estos aspectos, se han encontrado materiales prehistóricos en dichas majadas y dólmenes en las inmediaciones. Los dólmenes y menhires están hechos como monumentos para ser vistos, por lo que es difícil imaginarlos escondidos y perdidos en el interior de un bosque. Sin duda, había ya caminos de uso frecuente y pastizales donde se enclavaban tales monumentos como homenaje a los antepasados y marcadores territoriales, a la vista de todo el mundo. Ya en esta época, las cabras domésticas, por ejemplo, una vez introducidas, serían muy eficaces a la hora de impedir la regeneración natural del bosque. En la fotografía, el dolmen de Pagozarreta, municipio de Orozko (Bizkaia), descubierto por José Miguel Barandiaran en el año 1922.

22 de abril de 2010

Menhir de Pagozarreta

En el Boletín Oficial del País Vasco el viernes 6 de marzo de 2009 se publicó el Decreto 25/2009 del Departamento de Cultura por el que se califican como Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental, las Estaciones y Monumentos Megalíticos de Bizkaia. Una de las 11 Estaciones Megalíticas protegidas es la de Gorbea que incluye 21 Monumentos Megalíticos de los municipios de Areatza, Orozko y Zeanuri. En concreto, los dólmenes de Astepe 1 (G4), Astepe 2 (G5) y Astepe 3 (G6), Edia, Errekatxuetako Atxa, Gaztañazarreta, Igitaia, Ipergorta 1 (Gorosteta) y 2, Mejandi (G2), Mendigana (Larreder), Ubixeta (G1), Usengatzu y Pagozarreta, los túmulos de Egazalazaburu, Cruz del Gorbea (Igitaia), Gorbeia II, y Kortetako Lepoa 1, 2 y 3, y el menhir de Gurutzegane (o Kurtzegan). Según se dice en ese mismo Decreto, hay que considerar que el Macizo de Gorbeia es una de las zonas menos prospectadas de Bizkaia y con un potencial de altísimo interés y que, de hecho, la mayor parte de los monumentos conocidos se localizan en las rutas más frecuentadas por montañeros y excursionistas, echándose en falta la aparición de elementos de interés en las laderas que sin duda aparecerán. Falta por hacer lo mismo en la parte alavesa del Macizo del Gorbeia. En la fotografía, el menhir de Pagozarreta, municipio de Zuia (Araba). La explotación forestal es una grave amenaza para los megalitos.

Cueva de Zubialde

El 13 de marzo de 1991, un estudiante de 4º de Historia de 29 años, Serafín Ruiz Selfa, dio noticia del hallazgo de pinturas prehistóricas en la cueva de Zubialde, municipio de Zigoitia (Álava), donde se habrían hallado una veintena de figuras animales pintadas hace unos 12.000 años, además de 13 improntas de manos, 36 dibujos simbólicos y 6 manchas informes. El Diputado de Hacienda de Álava y candidato del PNV a Diputado General en las elecciones que iban a celebrarse un par de meses más tarde, Alberto Ansola, lo calificó como “santuario rupestre” en una rueda de prensa conjunta con el afortunado estudiante, que recibió una recompensa de 12.500.000 pesetas. El Diputado de Cultura, José Ramón Peciña, dijo que se trataba del “mayor hallazgo prehistórico de la última década y el más importante del País Vasco” y que “el nombre de Álava, con esta noticia, dará la vuelta al mundo”. Tres reconocidos arqueólogos vascos, Jesús Altuna, Juan María Apellániz e Ignacio Barandiarán avalaron la autenticidad de las pinturas en un informe preliminar, en el que adelantaban que debieron ser pintadas hace unos 13.000 años, durante las fases media y superior del período Magdaleniense del Paleolítico Superior. 17 meses después de la gran noticia, el mismo equipo de expertos determinó que las pinturas eran falsas. Las pinturas eran recientes y se encontraron restos de fibras de estropajos de las marcas Scotchbrite y Vileda. La anatomía de los animales estaba representada de manera impropia y la piedra no mostraba fisuras o desprendimientos que confirmaran el paso del tiempo. Sin embargo, sólo 10 días después de la rueda de prensa en la que se anunció su descubrimiento, un artículo publicado en el semanario 'The European' por los arqueólogos Peter Ucko, profesor de la Universidad de Southampton, y Jill Cook, del Departamento de Prehistoria y Época Romana del British Museum ya concluía que eran falsas. Una fotografía publicada en los periódicos ingleses despertó su escepticismo. Para pronunciarse en público les bastaron una serie de fotos y unas declaraciones de Serafín Ruiz. Los expertos británicos denunciaron la presencia de elementos extraños, desconocidos en otras pinturas rupestres, perspectivas insólitas en la representación de algunos animales y la mera representación de otros a los que se suponía extinguidos para la época a la que se atribuían las pinturas de Zubialde, como los rinocerontes lanudos y los mamuts. El laboratorio de imagen de la Ertzaintza investigó las fotografías que el descubridor de la cueva había presentado al anunciar el hallazgo y descubrió que las diapositivas habían sido retocadas burdamente con rotulador.

Flora de montaña del Macizo de Gorbeia

En la cumbre de Gorbeiagane y en grietas, repisas y megaforbios de las caras orientadas al Norte del Macizo de Itzina y del monte Aldamin resisten desde la Última Glaciación muchas especies relícticas. Muchas de ellas se encuentran aquí a altitudes muy bajas, y sólo una meteorología extrema les permite pervivir. Su mayor amenaza son las cabras, el único ganado doméstico que se es capaz de llegar hasta sus refugios. En la fotografía, un repisa colgada en la cara norte del monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia). Para más detalles, véase la propuesta de Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, del año 1997.
El Macizo de Gorbeia forma parte de las montañas calizas vascas, que constituyen los relieves más abruptos provocados por la Orogenia Alpina en la denominada Depresión Vasca. Sus materiales son calizas compactas y rígidas del Cretácico que han originado crestones siempre remozados por una activa erosión. El Macizo de Gorbeia con su estructura altiva se enfrenta a los húmedos vientos del Cantábrico, provocando abundantes precipitaciones y complejos fenómenos de karstificación, ausencia casi absoluta de escorrentías y numerosos microhábitats, siendo muy favorables para la flora de montaña los roquedos calizos, las repisas herbosas y los megaforbios al pie de los cantiles. Véanse mis artículos "Flora de alta montaña de Euskal Herria. Flores blancas (1)", "Idem. Flores amarillas (2)", "Idem. Flores rosas y rojas (3)", y "Idem. Flores azules y violetas (4)". Tomé esta fotografía en la que se ven Anemone pavoniana y Ranunculus thora en el Monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia).

Adenostyles alpina subsp. pyrenaica

Adenostyles alpina subsp. pyrenaica es endémica la cordillera pirenaico-cantábrica, con algunas pocas localidades en Galicia. Es rara en las montañas de la divisoria de aguas del País Vasco, donde vive en grietas anchas de lapiaz, megaforbios de montaña y orillas de arroyo en hayedos. Tomé esta fotografía en una repisa colgada del monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia), el 13 de julio de 2015.
En el "Catálogo Florístico de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa", con el nombre de Adenostyles alliariae subsp. hybrida, la citaron de Aldamin, WN1866, 1.350 m. Hice esta fotografía aquí el 22 de junio de 2013.

Alchemilla vizcayensis

Alchemilla viscayensis fue descrita como nueva especie en 1995 a partir de plantas herborizadas cerca de Ubidea, en la parte vizcaína del Macizo del Gorbea, por el alemán Sigurd E. Fröhner. Tomé esta fotografía en Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia), el 22 de junio de 2013.
Según lo publicado en 1998 en Flora iberica, es un endemismo de los Montes Vascos: Sierra Salvada y Macizo del Gorbea, de los territorios de Araba y Bizkaia. Hice esta fotografía en el monte Aldamin, municipio de Zeanuri (Bizkaia) el 17 de agosto de 2009.

Arabis alpina

Arabis alpina vive en grietas y pies de cantiles calizos y sombríos, y también en hayedos pedregosos. Hice esta fotografía en el karst de Austegiarmin, municipio de Orozko (Bizkaia), el 27 de abril de 2009.

Botrychium lunaria

Botrychium lunaria es muy rara en rellanos y pastos en la umbría de las crestas calizas más altas. En el "Catálogo florístico de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa" la citaron de Aldamin, WN1865, 1.350 m.
Botrychium lunaria es un pequeño helecho que habita en pastos y repisas herbosas del Macizo de Gorbeia. Dentro del territorio de Bizkaia sólo se conoce en este Macizo. Está incluido en la categoría de "Raras" dentro del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.
Como puede verse en la fotografía del hábitat, se trataba de un pastizal sin ninguna característica que lo distinguiera de cualquier otro de los que hay en el Macizo de Gorbeia. En este ambiente, este helecho crece muy poco y sus hojas no superan los 5 centímetros de longitud, por lo que pasan muy desapercibidos, lo que hace muy difícil su localización. Tomé estas fotografías entre Pagomakurra y el monte Lekanda, municipio de Zeanuri (Bizkaia), el 18 de mayo de 2009.

Daboecia cantabrica

Daboecia cantabrica vive en argomales y brezales sobre suelos ácidos. Tomé esta fotografía cerca de Urratxa, municipio de Orozko (Bizkaia), el 17 de agosto de 2009.