El Oso pardo (Ursus arctos) como el lince, a juzgar por las recompensas pagadas por su caza, fue perseguido con mayor ahínco que el lobo en el Macizo de Gorbeia. Aunque en el archivo de la Diputación Foral de Bizkaia sólo se han encontrado 3 documentos del siglo XIX referidos a la caza de osos, todos ellos en Carranza, Julián de Olavarría y Sautu recogió como el Ayuntamiento de Zuya pagó 36 reales a un tal Prudencio Larrazabal por un oso cazado en 1818. Días después se pagó a unos cazadores de Orozko 600 reales por la caza de un ejemplar, posiblemente el mismo, que pesó unas 200 libras y "hacía mucho daño en el ganado y tenía atemorizados a los pastores". Según el relato de un viejo cazador de Zuya, Basilio Urrutia, que recordaba la historia de oídas: "la guarida la tenía en una cueva de la peña de Urigoiti, en Gorbea, jurisdicción de Orozko", que es como se conocía e incluso actualmente se conoce al Macizo de Itzina, y no se trataría de "una cueva de las inmediaciones del barrio de Urigoiti", como ha quedado escrito tras mal interpretar dicho relato en el libro "Gorbeia" publicado en el año 2007. Mario Ochoa Aspe en el Boletín Informativo del Valle de Zuya en el año 1980 reseñó que hacia el año 1883 "se ve en el Gorbea una osa con dos oseznos, que diezman los rebaños".
Oso pardo cazado en Mañaria en 1871
Ídem (coloreada)
1 comentario:
Kaixo Juanma, sobre los osos en Euskadi, o mejor dicho en la Comunidad Autónoma Vasca en el blog Naturmendi hay un bonito artículo sobre los últimos osos vascos.
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