Mónica Ruiz-Alonso, Sebastián Pérez-Díaz y José Antonio López-Sáez publicaron en la revista Vegetation History and Archaeobotany el artículo "From glacial refugia to the current landscape configuration: permanence, expansion and forest management of Fagus sylvatica L. in the Western Pyrenean Region (Northern Iberian Peninsula)" en el año 2019, donde aportan los resultados del estudio palinológico de las muestras tomadas en la turbera de Gesaleta. Esta turbera se encuentra a 920 metros de altitud y se localiza cerca del pueblo de Egozkue, municipio de Anue (Navarra), a menos de 20 kilómetros al norte de Pamplona. Tiene una superficie de menos de 3 hectáreas y un depósito de turba que alcanza los 3,45 metros de altura. Además, realizaron una completa revisión de los datos paleobotánicos publicados, tanto de análisis antracológicos (carbón vegetal) como palinológicos (polen) de haya (Fagus sylvatica) en localidades del País Vasco y el Pirineo Occidental.
- Hasta hace poco tiempo la hipótesis de la migración parecía la más posible. Esta hipótesis indica que el haya habría llegado a esta región tras su expansión desde poblaciones relictas en refugios glaciares del este de Europa que se expandieron hacia el oeste hasta llegar a la península Ibérica hace 4.500-3.000 años, donde siguieron expandiéndose hasta hace unos 2.500 años.
- La segunda hipótesis en la actualidad parece la que realmente sucedió si atendemos a esta revisión. Esta hipótesis indica que las hayas del País Vasco y el Pirineo Occidental sobrevivieron al rigor de las glaciaciones en refugios climáticos situados en el norte de la península Ibérica. En los últimos años se han encontrado restos paleobotánicos con dataciones anteriores a las propuestas por la hipótesis de la migración postglacial. Además, los estudios genéticos han constatado que las poblaciones actuales del haya tienen diversa procedencia. Las poblaciones del centro, este y norte de Europa son genéticamente parecidas y, sin embargo, son bastante diferentes las de la península Ibérica, Italia y los Balcanes, lo que indica que los hayedos del sur de Europa se expandieron a partir de poblaciones locales. Ellos aportan el dato sobresaliente de polen conservado en la turbera de Gesaleta con una antigüedad de 11.400 años.
- El cambio climático hacia un clima progresivamente más húmedo.
- La influencia de las actividades humanas al destruir los bosques para generar pastos y campos de cultivo mediante incendios provocados. La expansión del hayedo fue favorecida por la expansión de los agricultores en el Calcolítico y la Edad del Bronce. La deforestación aparece en todos los yacimientos arqueológicos documentados que han sido objeto de análisis palinológicos. Casi todos los asentamientos estudiados desde el punto de vista palinológico presentan también niveles elevados de polen de cereales, lo que indica la relativa proximidad de campos de cultivo, y también de plantas propias de las zonas pastadas con ganado, como son Plantago lanceolata y Urtica dioica, así como ascosporas de hongos que se desarrollan sobre los excrementos del ganado.
La expansión del haya en el País Vasco y el Pirineo Occidental desde sus refugios climáticos locales se produjo desde hace 4.500 años y afectó significativamente a los bosques que entonces existían. Los bosques caducifolios dominados por robles (Quercus sp.) y avellano (Corylus avellana), y también los pinares (Pinus sylvestris y P. pinaster) retrocedieron significativamente frente al haya debido a su gran capacidad para prosperar en ambientes perturbados. En los últimos 2000 años el haya se ha convertido en una de las especies de árboles mejor representadas en los estudios paleobotánicos del País Vasco y el Pirineo Occidental, como ha quedado probado también en el Macizo de Gorbeia gracias al estudio palinológico de la turbera de Saldropo, municipio de Zeanuri (Bizkaia), completamente destruida a finales del siglo pasado. Sin embargo, su tendencia ha sido a la baja desde hace unos 1000 años, seguramente debido a su sobreexplotación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario