14 de noviembre de 2017

Lecanosticta acicola

Una nueva enfermedad se añade a los problemas que ha acumulado en los últimos 20 años el pino insigne, radiata o de Monterrey (Pinus radiata), pino originario de California que complementó las rentas de gran parte de la población rural de Bizkaia durante el siglo XX. En los últimos años muchos propietarios particulares tras talar una parcela con pino insigne la han plantado con eucaliptos. La principal razón seguramente sea la disminución del precio de la madera de pino insigne, pero hay otros dos motivos importantes. Uno es de tipo sociológico: ha perdido fuerza la idea de plantar pinos para que los corten y se beneficien los hijos unos 35 años después y por eso han ganado mucho atractivo los eucaliptos que se cortan con menos de 15 años. El otro motivo importante algunos lo resumen con la frase "el pino ya no se da", que refleja la evidencia de que han aparecido nuevas enfermedades que ponen en riesgo el crecimiento de las plantaciones de pino insigne. A la enfermedad de la banda roja del pino (Mycosphaerella pini) se ha unido más recientemente la banda marrón del pino (Mycosphaerella dearnessii). Ambas producen la caída prematura de acículas de todas las edades, pero se considera más grave a la segunda. La determinación de estas dos especies solo puede realizarse observando la pigmentación de las esporas al microscopio.
El centro de origen de Mycosphaerella dearnessii parece ser América Central, donde tiene un amplio rango de hospedantes y se presenta en una amplia variedad de hábitats. M. dearnessii causa una enfermedad en las agujas de muchas especies del género Pinus. Es conocido en el sur de Estados Unidos desde el siglo XVIII. Según los autores del artículo "Genetic analyses suggest separate introductions of the pine pathogen Lecanosticta acicola into Europe", publicado en la revista Phytopathology en el año 2016, el hongo se introdujo en Europa desde América del Norte, muy probablemente como consecuencia del movimiento de material vegetal infectado. Por el contrario, la propagación de L. acicola en Europa parece deberse principalmente a la dispersión conidial y probablemente también a la diseminación de ascosporas.
Lecanosticta acicola es el anamorfo del hongo Mycosphaerella dearnessii y el pino insigne es el más sensible a su infección. Este hongo produce tanto conidios (esporas asexuales) como ascosporas (esporas sexuales). El anamorfo es la única fase del hongo que se ha observado en la Naturaleza. Se conoce como anamorfo a la fase asexual de los hongos superiores, capaz de reproducirse asexualmente mediante conidios. Esta especie con tiempo húmedo libera conidios en una masa pegajosa y se dispersan a corta distancia. Con tiempo seco libera ascosporas que pueden dispersarse a larga distancia gracias al viento. En climas cálidos y húmedos se producen los dos tipos de esporas, mientras que en los climas más fríos sólo se producen conidios en acérvulos bajo la epidermis del hospedante hasta que su presión acaba por romperla, liberando los conidios sobre las acículas caídas, siendo transportados por las gotas de lluvia y los vientos húmedos hasta las acículas de la parte baja de las copas, sobre todo entre los meses de mayo y agosto. Estos conidios penetran por los estomas de las acículas. Las infecciones reiteradas en años sucesivos producen la muerte de los ramillos y disminuye el crecimiento esperado de los árboles.
La exposición de las plántulas a alta humedad acorta el período de incubación del hongo y aumenta en gran medida el grado de infección. La infección se produce en un amplio intervalo de temperaturas, pero la infección máxima se produce a 30º C durante el día y 21º C por la noche. 
Los primeros síntomas se producen hacia el mes de junio y consisten en la aparición de bandas amarillentas en las acículas y moteados rojizos en los extremos apicales. Más tarde las bandas amarillentas se vuelven rojizas con bordes delimitados más oscuros, igual que sucede en la enfermedad de la banda roja (Mycosphaerella pini). Las acículas desarrollan necrosis distales permaneciendo su base verde durante más tiempo. La infección es más severa en la parte baja de la copa. Tomé estas fotografías en una parcela infectada por este hongo cerca de Gallartu, municipio de Orozko (Bizkaia), el 13 de noviembre de 2017.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nos ha ido de las manos;ya no hay vuelta atrás...

Anónimo dijo...

Cauen sos cuidad los pinares, ABONAD, no retraseis las entresacas, que lógicamente ya no pasa como antaño que plantábamos y nos olvidábamos del monte y a la de un tiempo nos daba pasta como por arte de magia. Como cualquier cultivo, necesita cuidados. Menos catastrofismo!