El roble (Quercus robur), haritza o aretxa en euskera, antaño formó extensos bosques, y hasta hace poco más de un siglo, extensas plantaciones forestales trasmochas ocupaban la vertiente cantábrica del País Vasco, en los fondos de valles amplios de piso colino, preferentemente sobre suelos compactos, profundos y frescos, pero en la vertiente cantábrica también sobre suelos silíceos poco desarrollados. El área de este árbol ha quedado muy mermada, sustituido principalmente por plantaciones de pino de Monterrey (Pinus radiata) después de que la explotación de los robledales dejara de ser rentable. Tomé esta fotografía un 17 de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario