El marojo (Quercus pyrenaica), ametza en euskera, en el Macizo de Gorbeia ocupa notables extensiones en su vertiente sur, sobre suelos arenosos, sueltos, siendo escaso al norte de la divisoria de aguas, donde ocupa las zonas más secas y luminosas. Con frecuencia se observan rodales, árboles dispersos, o pequeñas matas que salpican los brezales-argomales de sustitución de pretéritos bosques. Tomé esta fotografía un 1 de septiembre.
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