La Rana patilarga (Rana iberica) es un endemismo del cuadrante noroccidental de la Península Ibérica, con su área de distribución con límite oriental en el Macizo de Gorbeia, aunque existen unas pocas citas de ejemplares solitarios más al este, ya en Gipuzkoa. Habita en cursos fluviales de pequeña entidad, pero permanentes, en las cabeceras de regatos de montañas silíceas. Está incluida en la categoría "Vulnerables" en la actualización del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas del 16 de marzo de 2022.
Como las ranas pardas adultas son principalmente nocturnas, sobre todo en días de tiempo seco y soleado, la búsqueda e identificación correcta de los renacuajos puede ayudar a descubrir aún nuevas poblaciones en el País Vasco, lo que es muy importante para poder ofrecer la protección que necesitan frente a las múltiples afecciones que sufren (captaciones de agua, pistas forestales que cruzan los cursos fluviales donde viven, daños producidos durante las cortas de plantaciones forestales y grandes infraestructuras). La larva de Rana patilarga puede distinguirse de la de Rana bermeja, con la que puede compartir hábitat, porqué la distancia entre los ojos en la Rana patilarga es aproximadamente el doble (x2) que la que hay entre las fosas nasales, mientras que en el caso de la Rana bermeja es notablemente inferior (x1,5). En la fotografía, una larva de Rana patilarga en vista frontal.
Una segunda característica que puede ayudarnos a distinguir la larva de la Rana patilarga de la de Rana bermeja es que en la primera el paquete intestinal se transparenta perfectamente, mientras que esto no sucede en el caso de la Rana bermeja. En la fotografía, una larva de Rana patilarga en vista ventral.
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