16 de octubre de 2024

Los humanos prehistóricos extinguieron la mayor parte de la megafauna

Porcentaje de mamíferos extintos en los últimos 50.000 años según su peso

La editorial de la Universidad de Cambridge publicó el 22 de marzo de 2024 el artículo de los autores Jens-Christian Svenning, Rhys T. Lemoine, Juraj Bergman, Robert Buitenwerf, Elizabeth Le Roux, Erick Lundgren, Ninad Mungi y Rasmus Ø. Pedersen titulado The late-Quaternary megafauna extinctions: Patterns, causes, ecological consequences and implications for ecosystem management in the Anthropocene, que se puede traducir como: "Las extinciones de la megafauna del Cuaternario tardío: patrones, causas y consecuencias ecológicas e implicaciones para la gestión de los ecosistemas en el Antropoceno".
Mammut americanum

Gran parte de la megafauna del Pleistoceno tardío y el Holoceno ha sufrido la extinción masiva del Cuaternario tardío, en un tiempo geológico extremadamente corto que se extiende desde hace unos 50.000 años hasta la actualidad.
Gomphotherium productum

La ola de extinciones comenzó en Asia tropical y Oceanía hace entre 50.000 y 45.000 años, justo tras la llegada de los primeros Homo sapiens. Continuó en la Eurasia holártica, primero en el sur hace entre 45.000 y 20.000 años y después en el norte hace entre 14.000 y 9.000 años, cuando también se extinguió gran parte de la megafauna de Norteamérica, coincidiendo con la llegada de Homo sapiens a esas regiones. Unos 500 años después del comienzo de la extinción masiva de la megafauna norteamericana, comenzó la sudamericana. En diversas islas del mundo la extinción de la megafauna ha coincidido con la llega de los primeros Homo sapiens. Así ha sucedido en Japón, las Antillas, la isla de Wrangel, la isla de Pablo, las islas del Mediterráneo, Madagascar o Nueva Zelanda. La isla de Wrangel fue el último refugio conocido del mamut lanudo (Mammuthus primigenius), donde se extinguió hace tan solo 4.000 años, tras la llegada de los humanos.
Megaloceros giganteus

Los modelos estadísticos ponen de manifiesto la estrecha relación que hay entre la expansión del ser humano y las extinciones en masa de la megafauna. Dos de cada tres especies de mamíferos con un peso de más de 44 kilos se han extinguido hace entre 50.000 y 500 años.
Mammuthus columbi

En el pasado varios especialistas explicaron esta extinción masiva de la megafauna como una consecuencia del cambio climático. Sin embargo, la hipótesis del cambio climático no puede explicar los siguientes hechos:

  1. Las extinciones de megafauna ocurrieron en periodos distintos en las diferentes regiones del planeta mientras que los cambios climáticos relacionados con los últimos ciclos glaciales afectaron a todo el planeta a la vez.
  2. Hubo más de 30 ciclos glaciales a lo largo del Pleistoceno tan intensos como el último, pero no produjeron extinciones masivas.
  3. Las extinciones en Oceanía en las islas del planeta coincidieron con periodos climáticamente estables.
  4. No se ha detectado ninguna gran extinción florística en el Cuaternario tardío a pesar de que las plantas se ven más afectadas por los cambios climáticos que los animales.
  5. La selectividad del tamaño de las especies extintas en los últimos 50.000 años no puede explicarse con la hipótesis del cambio climático.
Smilodon populator

La traducción de algunas de las conclusiones de dicho artículo son las siguientes. "Las graves pérdidas de animales de gran tamaño en la prehistoria cercana, en particular en el Pleistoceno tardío y en el Holoceno temprano y medio, han estimulado el interés y el debate científico durante décadas y continúan haciéndolo. Sin embargo, en los últimos 20 años ha surgido mucha evidencia sobre patrones y factores impulsores, y ahora nuestra comprensión es mucho más clara. Las fuertes extinciones de megafauna sesgadas por el tamaño a lo largo de los últimos ~50.000 años son un patrón global, que afecta incluso al África subsahariana, aunque con menos fuerza que en otros lugares, y afecta a todos los biomas principales, desde el Ártico hasta los trópicos. Además, es un evento único para todo el Cenozoico, es decir, los últimos 66 millones de años, lo que exige una causa distintiva del Cuaternario tardío. Como afectó a diferentes masas de tierra en diferentes momentos, ocurrió en un período de tiempo extendido dentro de regiones más grandes y afectó a grupos que eran filogenéticamente muy dispares, las explicaciones que se basan en un impacto extraterrestre o una enfermedad son insostenibles." 
Glossotherium robustum

"El Pleistoceno tardío fue testigo de cambios climáticos masivos, que siguen siendo considerados como una posible explicación de las extinciones de la megafauna. Sin embargo, estos cambios no fueron más severos que en épocas anteriores del Pleistoceno, y la dinámica climática anterior no causó pérdidas selectivas y globales de megafauna. Además, nuestra revisión muestra que existe un respaldo débil o nulo para una influencia importante del clima en las extinciones del Cuaternario tardío, ni por patrones macroecológicos ni por evidencia espaciotemporal y mecanicista detallada, con mucha evidencia directamente en contra de una causa climática. Por el contrario, existe un respaldo sólido y acumulativo para las presiones directas e indirectas de los humanos conductualmente modernos como impulsor clave. La expansión global del Homo sapiens es, de hecho, exclusiva del Cuaternario tardío, y hay mucha evidencia de las sofisticadas capacidades de caza de la megafauna incluso en los primeros humanos conductualmente modernos en varias regiones. De manera crucial, las extinciones muestran fuertes vínculos en cuanto a su gravedad con la biogeografía humana general y están vinculadas espaciotemporalmente con los humanos modernos a nivel global y, con evidencia creciente también a escalas más finas, con la extinción concentrada en la llegada del H. sapiens o sucediendo más tarde, como se esperaba a partir del desarrollo sociotecnológico en curso. Curiosamente, hay evidencia emergente de que el inicio inicial de las extinciones puede haber ocurrido antes del Pleistoceno tardío en regiones donde los homínidos presapiens también habrían ejercido presión sobre la megafauna, aunque en menor medida. Sin embargo, esto sigue siendo controvertido, y en el contexto del Plioceno-Pleistoceno más amplio, es ciertamente probable que el estrés climático y la disminución asociada de la productividad de la vegetación desempeñaran un papel en estas limitadas pérdidas tempranas de megafauna, como también se observa en otros grupos de organismos en varias regiones."
Panochthus frenzelianus

Una amplia gama de evidencia empírica y teórica muestra que las extinciones del Cuaternario tardío han provocado o deben haber provocado cambios profundos en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas terrestres en todo el mundo. Como tal, las extinciones del Cuaternario tardío representan una transformación ambiental temprana impulsada por el hombre a gran escala geográfica y, por lo tanto, un progenitor del Antropoceno, donde los humanos han surgido como un actor importante en el funcionamiento planetario. El patrón general y la cantidad de evidencia de que el H. sapiens desempeñó el papel dominante en las extinciones de la megafauna es quizás uno de los patrones más claros y mejor respaldados en ecología. 
Panthera leo subsp. spelaea

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