18 de marzo de 2018

Castanea sativa

El Castaño (Castanea sativa), Gaztainondo en euskera, es un árbol cuyo nombre tiene su origen en el griego kastanéa. Alcanza los 30 metros de altura y tiene tronco muy grueso, grandes raíces y copa frondosa y esférica. Los romanos extendieron su cultivo por toda Europa, pero el registro palinológico de diversas turberas indican que ha formado parte de los robledales europeos desde la Última Glaciación. Tomé esta fotografía en Pagalanda, municipio de Orozko (Bizkaia).
María José Iriarte Chiapusso y Álvaro Arrizabalaga Valbuena en su artículo "El bosque en el País Vasco prehistórico",  publicado en 2003 en la revista Cuadernos de la Sociedad Española de Ciencias Forestales, recopilan el hallazgo de polen de castaño en 5 análisis palinológicos del País Vasco anteriores a la integración de la península Ibérica en el Imperio Romano: Pareko Landa (Busturia-Bermeo), 7.700 BP (antes del presente); Herriko Barra (Zarautz), 6.000 BP; y Saldropo (Zeanuri), desde 5.600 BP. Tambien incluyen el hallazgo de polen de castaño de la Edad del Hierro que encontró María José Iriarte Chiapusso en Buruntza (Andoain) según su artículo "El entorno vegetal del yacimiento de Buruntza (Andoain, Gipuzkoa): Datos polínicos", publicado en 1997 en la revista Munibe (Antropologia-Arkeologia). Tomé esta fotografía en Pagalanda, municipio de Orozko (Bizkaia).
Los autores del artículo "Landscape genetic structure of chestnut (Castanea sativa Mill.) in Spain", publicado en 2012 en la revista Genetics & Genomes explican que el castaño era un componente característico de los robledales durante el Terciario y que algunos barrancos y desfiladeros protegidos del norte de la península Ibérica se convirtieron en refugio climático durante la glaciación Würm para el castaño y otras frondosas. Tomé esta fotografía en Arbaitza, municipio de Orozko (Bizkaia) el 30 de agosto de 2010.
Según los autores del artículo "Evolution of Castanea sativa Mill. in Turkey and Europe", publicado en 2009 en la revista Genetic Research los castaños europeos actuales, al menos la mayoría, tienen su origen genético en plantas domesticadas en Turquía, cuyas castañas fueron introducidas por primera vez en la península Itálica por los romanos y, a continuación, llevadas por estos a otras partes del Imperio Romano. Tal vez los análisis genéticos permitan detectar en la península Ibérica o en otras regiones de Europa la presencia de poblaciones autóctonas de castaño. Tomé esta fotografía en Ugalde, municipio de Orozko (Bizkaia), el 1 de julio de 2014.
Todos o la mayoría de los castañares actuales de la península Ibérica proceden sin duda de cultivos que iniciaron los romanos. En el País Vasco las castañas fueron en el pasado un recurso muy importante como explicamos en "Ericera de Kutxinarriaga" hasta que durante el último tercio del siglo XIX y el primero del XX le enfermedad de la tinta del castaño (Phytophthora cinnamomi y Ph. cambivora), seguida posteriormente por la del chancro (Endothia parasitica), acabaron con gran gran parte de los castaños del País Vasco. Tomé esta fotografía el 31 de octubre de 2016.

1 comentario:

PATXI dijo...

Màs les valdrìa a esos que dicen ser dirigentes gastar màs recursos para recuperar èsta especie que gastar en recuperar el monocultivo del pino