El 25 de junio de 2016 Patxi Heras y Marta Infante, especialistas en briófitos de prestigio internacional, guiaron a un grupo de 25 personas interesadas por conocer la fauna y flora pasada y presente del Humedal de Saldropo, municipio de Zeanuri (Bizkaia), dentro de una excursión organizada por la Asociación de Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Álava. Ellos conocieron la turbera de Saldropo antes de su destrucción total tras reanudarse su explotación en el año 1986.
Entre los excursionistas había al menos otros tres buenos taxónomos: Joserra Undagoitia (especialista en hongos), Jon Fernández Pérez (especialista en arácnidos) y Gustavo Renobales (especialista en líquenes). En los tiempos en los que la biología para la conservación dedica su dinero casi íntegramente a obras de restauración, tantas veces diseñadas con tan poco criterio como mal planificadas, ¡Qué necesario es el trabajo y el saber hacer de los taxónomos y biogeógrafos! La falta de fondos que financien su trabajo ha dado como resultado penosos catálogos de especies amenazadas o documentos tan malos como el listado de especies de la Directiva Hábitats. Así vemos cómo se dedican fondos a planes de gestión o reintroducción innecesarios, mientras otras especies se extinguen sin que estén en ninguno de esos listados.
Patxi Heras
Marta Infante
Orthotrichum pulchellum
Esta es parte de la ceja de la turbera de Saldropo que se conservó. Su estructura se ha deteriorado bastante en los últimos años por la acción de un grupo de tejones (Meles meles) que ha excavado ahí sus madrigueras y las raíces de los acebos (Ilex aquifolium). En la turba se conserva el polen de las plantas, lo que permite conocer el clima y la vegetación del pasado.
En fila de a uno, para no deteriorar el interior del humedal de Saldropo, recorrieron algunos de sus rincones.
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