27 de febrero de 2011

Cangrejo de río

El pasado 23 de febrero de 2011, 30 años después del intento fallido de golpe de Estado, se publicó en el BOE el Real Decreto 139/2011, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, de aplicación en todo el territorio del Estado español. En el se catalogan como Amenazadas 5 especies de crustáceos, 3 de ellas endémicas de las Islas Canarias. Una cuarta especie es un pequeño ostrácodo endémico de las lagunas saladas de Los Monegros, provincia de Zaragoza. La quinta es el cangrejo de río (Austropotamobius italicus), véase la fotografía superior, de una hembra. Una especie ahora catalogada como "Vulnerable", mermada por la afanomicosis, una enfermedad importada desde América a través de las especies americanas de cangrejo de río. Inexplicablemente, en el País Vasco aún no hay ninguna especie de animal invertebrado incluida en el nuevo Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, publicado también el 23 de febrero de 2011. En los ríos del Macizo de Gorbeia se conservan pequeñas poblaciones del Cangrejo de río autóctono en algunas cabeceras, mientras que el Cangrejo señal se ha vuelto común en los ríos mayores, hipotecando una posible recuperación de las poblaciones del Cangrejo autóctono.
El Cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) de la fotografía superior (un macho) es una especie americana. Fue introducido en los ríos vascos por las Diputaciones Forales de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia durante el declive de las poblaciones del Cangrejo de río autóctono, donde actualmente hay cotos para su pesca. Pero este cangrejo es portador de Aphanomyces astaci, un hongo de origen americano que provoca la afanomicosis, una enfermedad introducida en los primeros años de los setenta del siglo pasado y que provoca la muerte de las poblaciones del Cangrejo río autóctono y a la que resulta resistente la especie americana.

Postdata

En la Orden 3061, de 18 de junio de 2013, el Cangrejo de río (Austropotamobius italicus) quedó incluido dentro de la categoría "en peligro de extinción" del Catálogo Vasco de Especies Amenazadas.

Según el artículo "Interdisciplinarity to reconstruct historical introductions: solving the status of cryptogenic crayfish", de los autores Miguel Clavero, Carlos Nores, Susanne Kubersky-Piredda y Alejandro Centeno-Cuadros, publicado en julio de 2015 en Biological Reviews, el Cangrejo de río no es autóctono. Se trata de una especie importada desde Italia e introducida en la Península Ibérica a finales del siglo XVI por expreso deseo del rey Felipe II. Diversos documentos atestiguan las gestiones diplomáticas realizadas por la corte española para conseguir cangrejos italianos. Tras al menos 5 años de negociaciones, en 1588 el Gran Duque de la Toscana ordenó el envío de un cargamento de cangrejos con destino a Madrid. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, se introdujeron en la Meseta Norte y el Valle del Ebro.

24 de febrero de 2011

Rana patilarga en Orozko

 
En los cuatro años que llevo como agente forestal en la cuenca del Nervión, recorriendo los cursos fluviales de Orozko, la Rana patilarga (Rana iberica) de la fotografía es el único ejemplar que he conseguido encontrar. En las estribaciones del Macizo de Gorbeia se conocen varias poblaciones alavesas. Algunas de ellas en ríos que vierten al Mediterráneo (los únicos de toda su área de distribución) y algunas de ellas en la cabecera del río Altube, en territorio alavés. De Bizkaia se conocía de un río de la cuenca del Arratia, municipio de Zeanuri, pero parece extinguida, ya que algunos especialistas la han intentado relocalizar sin éxito en los últimos años. Así las cosas, cualquier cita de esta especie en la vertiente vizcaína del Macizo de Gorbeia es de gran interés. Esta rana fue fotografiada en el manantial de Ugalde, junto al río Atxuri o Arnauri, que fue muestreado por ese grupo de especialistas sin resultados positivos. Sin duda, la explotación forestal de las parcelas con plantaciones de Pino de Monterrey (Pinus radiata) altera los cursos fluviales y sus riberas con tal intensidad que debe ser una, si no la principal, causa que explique la ausencia de esta especie en las estribaciones cantábricas del Macizo de Gorbeia, donde debió ser frecuente en el pasado, aunque no quede registró histórico de ello. El ejemplar hallado el 29 de mayo de 2009 tenía algún tipo de enfermedad que se manifestaba mediante numerosas vesículas rojizas repartidas por toda la superficie de su piel.