7 de junio de 2014

El hayedo de Otzarreta

Alrededor del 85% del hayedo de Bizkaia está trasmochado y la mayoría se encuentra dentro de los Parques Naturales de Urkiola y Gorbeia. La mayor parte del resto es hayedo bravo y se encuentra en el Valle de Carranza y en Orduña. Las hayas trasmochas con su característica forma en candelabro son el resultado de una poda a 2,75 metros del suelo, al que seguía una proliferación de brotes, dando al fuste un aspecto muy distinto al propio de las hayas salvajes. La corta cada 10 años de los brotes más gruesos permitía la obtención de leñas y carbón vegetal.
Los hayedos trasmochos forman masas con una densidad de pies muy baja, de alrededor de 100 árboles por hectárea. La corta periódica de las ramas más gruesas, sin tener la precaución de dar cortes verticales ni protegerlos con algún impermeabilizante, provoca pudriciones que llegan ahuecar el tronco casi en su totalidad. Los vendavales, sobre todos los producidos con viento del Sur, con frecuencia derriban los pies debido a la gran resistencia al aire que ofrecen sus copas artificialmente voluminosas y pesadas, o más frecuentemente, provocan el desgajamiento de las ramas, incluso de todas a la vez, como contamos en su día en el caso del hayedo de Edia.
Algunas de estas hayas llegan a adquirir un enorme tamaño, como el haya de Azekieta. Sin embargo, Antonio Buesa Verdú, exdirector-conservador del Parque Natural de Urkiola, en el libro "El haya en Bizkaia" dejó escrito que "el futuro de estos hayedos trasmochos no es nada halagüeño, aunque al haber remitido el uso de las leñas para combustible, puede facilitar el proceso de regeneración mediante labores que protejan y favorezcan la regeneración natural."
Óscar Schwendtner en su artículo "Hayas y robles trasmochos en la Navarra atlántica", publicado en el año 2010 en la revista "Navarra forestal", explica que "no se sabe a ciencia cierta el origen de esta técnica, pero se remonta al menos a la Edad Media" y que, al trasmochar los árboles a una altura de 2-3 metros, se consigue evitar el ramoneo de los rebrotes por el ganado en unos hayedos adehesados donde se podía obtener al mismo tiempo alimento para los animales domésticos y leñas. Para más información, véase "El ayer y el hoy del haya trasmocha".
Las podas de retrasmoche que permitan su rebrote deben realizarse sobre ramas de menos de 30 centímetros de diámetro. Los hayedos trasmochos han dejado de podarse periódicamente, por lo que los árboles deben soportar un gran peso y volumen, lo que les hace más sensibles a los temporales de viento, que derriban árboles y arracan sus enormes ramas y les dejan sin capacidad de rebrote. Una de las soluciones sería el retrasmochado, es decir, volver a realizar las podas periódicas que hace décadas dejaron de hacerse.
Recientemente ha surgido una polémica por el retrasmochado parcial del hayedo de Otzarreta, muy conocido por los fotógrafos. La parcela tiene alrededor de 1,85 hectáreas y se encuentra junto al aparcamiento del mismo nombre, al que se accede rápidamente desde el puerto Barazar. Si se busca conservar el hayedo trasmocho esta actuación es necesaria.
En Bizkaia se inventariaron 4.916 hectáreas de hayedo en el año 2010, 3.324 de las cuales son de hayedo maduro. Unas 2.800 hectáreas del hayedo en Bizkaia está trasmochado. Parece razonable que parte del hayedo trasmocho se lleve a monte alto, que en la actualidad sería más rentable y que, desde el punto de vista de la conservación de la Naturaleza, es más valioso, pero sin olvidar el indudable valor cultural y paisajístico del hayedo trasmocho. Tomé estas fotografías en el hayedo de Otzarreta, municipio de Zeanuri (Bizkaia), el 25 de mayo de 2014. En esta fotografía puede apreciarse el riesgo que se corre cuando se deja una única rama en la cruz del haya trasmocha: si el viento la arranca es probable que el haya no vuelva a rebrotar.
Localización del hayedo de Otzarreta, municipio de Zeanuri (Bizkaia), cerca de la carretera N-240 a su paso por el puerto de Barazar.

Postdata
El 7 de julio de 2018 dentro del programa "El señor de los bosques" emitieron el capítulo titulado "El hayedo de Otzarreta", donde aparezco como botánico en los créditos del final.

3 comentarios:

Carlos Rodríguez del Valle dijo...

Muy interesante, Juanma.

Santi dijo...

Gracias por el análisis documentado y experto. Recientemente defendí en público la precuación para no defender a ultranza el "paisaje de los fotógrafos" sin saber el por qué de la gestión forestal. Los apuntes dan mucha luz para valorar el trasmocheo de Otzarreta.

Anónimo dijo...

Impresionante también la cantidad de parcelas circulares en el entorno del hayedo, seles o saroiak si no me equivoco