27 de febrero de 2016

Oso cavernario

Aritza Villaluenga en el año 2016 publicó en el volumen 66 de la revista Munibe (Antropologia-Arkeologia) el artículo "Restos esqueléticos de osos (Ursus arctos y Ursus spelaeus) en el oriente de la Región Cantábrica. Distribución geográfica y análisis biométrico", resultado del estudio de 4.930 restos óseos recuperados en 34 cavidades de la mitad oriental de los Montes Vascos por Mario Laurino entre los años 1968 y 2014, coincidiendo con Álava y territorios limítrofes. En el Macizo de Gorbeia se encontraron los yacimientos más antiguos con restos de osos, entre los que abundan los restos de Oso cavernario o de las cavernas (Ursus spelaeus). Solo se encontraron restos de esta especie en el Macizo de Gorbeia, Sierra Sálvada, Peñas de Ranero y Sierra de Aitzgorri. En el Macizo de Gorbeia se encontraron restos óseos en las siguientes cavidades: Artzegi II, Legorras, Mairuelegorreta, Mairuelegorreta XII, Peña Ginguía, Peña Rota I y Sugusti II en Álava y Elorrea y Pagolusieta en Bizkaia. En la fotografía, la reconstrucción de un Oso cavernario en el Museo Nacional de Prehistoria de Les Eyzies-du-Tayac, Dordoña (Francia).
El Oso de las cavernas vivió en Europa durante el Pleistoceno hasta su extinción hace unos 24.000 años durante el período más frío de la Última Glaciación. Los machos pesaban entre 400 y 500 kilos y las hembras entre 225 y 250. Su dentición es propia de un oso principalmente vegetariano. Los resultados obtenidos con los isótopos estables de los huesos también indican una dieta principalmente vegetariana, ya que tienen niveles bajos de Nitrógeno 15 y Carbono 13, que se acumulan más rápido en carnívoros que en herbívoros. En la fotografía, un cráneo de Oso cavernario recuperado en la cueva de Font-de-Gaume, de hace 35.000 años, expuesto en el Museo Nacional de Prehistoria de Les Eyzies-du-Tayac, Dordoña (Francia).
En el número 19 de la añorada revista Avnia publicaron en el año 2007 el artículo de Mario Laurino "Grandes mamíferos cuaternarios de las sierras del norte y occidente de Álava", donde se puede leer que "en el conjunto de sus yacimientos pleistocénicos (macizo de Gorbeia) predomina, con diferencia, la presencia de restos correspondientes a gran oso cavernario (Ursus spelaeus)". En la fotografía, un cráneo de Oso cavernario, recuperado en una cueva cerca de Oñate (Gipuzkoa) y expuesto en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Según el texto que acompaña al esqueleto de un Oso cavernario, expuesto en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, "ocupó los bosques del sur de Europa entre 250.000 y 20.000 años atrás, y desapareció al perder la partida cuando entró en competencia con el ser humano por ocupar las cuevas. Poseía unas patas delanteras mucho más desarrolladas que las traseras, debido a sus hábitos cavadores, un hocico más corto y una frente más hundida que la del oso pardo actual. La base de su dieta era vegetal".
En el periódico El Correo el 20 de marzo de 2011 publicaron "Los días del oso cavernario alavés", que empieza así: "Mario Laurino aún se emociona cuando recuerda el día en que se encontró frente a frente con un oso cavernario gigante". El 18 de octubre de 2014 publicaron esta otra noticia: "Aparece el cuerpo sin vida del espeleólogo vitoriano", que comienza de esta manera: "El espeleólogo vitoriano de 75 años desaparecido en la zona del barranco de Istora, en Orbiso, que pertenece al municipio alavés de Campezo, ha sido encontrado muerto por los equipos de rescate en el barranco Bistora, ha informado hoy el departamento de Seguridad". Sirva como homenaje a su persona esta entrada del blog. Mario Laurino siempre atendió amablemente a las consultas que le hice. En esta fotografía llama la atención que el dibujo del cráneo no se ajusta al perfil cefálico del Oso cavernario, caracterizado por esa frente prominente, muy distinta de la del Oso pardo (Ursus arctos).

Postdata

Para los más interesados, recomiendo la lectura de "La historia del Oso de las Cavernas: vida y muerte de un animal desaparecido". En el artículo de Aritza Villaluenga, Pedro Castaños, Álvaro Arrizabalaga y José Antonio Mujika Alustiza "Cave Bear (Ursus spelaeus Rosenmüller Heinroth, 1794) and Humans During the Early Upper Pleistocen (Lower anda Middle Palaeolithic) in Lezetxiki II and Astigarragako Kobea (Basque Country, Spain). Preliminary Approach", publicado en el año 2012 en el volumen 10 de la revista Journal of Taphonomy en su resumen traducido puede leerse que "El oso de las cavernas el el taxón más abundante en los niveles inferiores de muchos yacimientos arqueológicos en el área Cantábrica. Siguiendo la literatura científicas, los niveles arqueológicos han sido asignados a diferentes períodos culturales, en función de las herramientas de piedra identificadas. En este trabajo, nos gustaría contribuir a la interpretación de estas secuencias, gracias al análisis preciso de sus acumulaciones arqueológicas. Con la presentación de tres ejemplos, Lezetxiki, Lezetxiki II y Astigarragako Kobea, intentaremos ofrecer nuevos datos a este problemas. El análisis arqueozoológico llevado a cabo en estas tres secuencias estratigráficas, ha demostrado la intensa ocupación de osos (Ursus spelaeus deningeroide Mottle, 1964, and Ursus spelaeus Rosenmüller-Heinroth, 1794) y la presencia efímera de grupos humanos (gracias a la presencia de elementos líticos) en los niveles más antiguos (Paleolítico inferior) de las series estratigráficas de las tres cavidades. Nuestro objetivo es presentar los resultados preliminares arqueozoológicos y tafonómicos de estas tres secuencias".

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