7 de septiembre de 2012

Población viable de Rana patilarga en Orozko

La Rana patilarga (Rana iberica) es un endemismo ibérico. Vive en el centro y norte de Portugal y en la mayor parte de Galicia. De forma más escasa, también se encuentra en Asturias, Cantabria, León, Zamora y País Vasco. Su distribución también incluye el Sistema Central. Hay poblaciones aisladas en Pinhal de Leira, Serra de San Mamede (Portugal), Sierra de las Villuercas, Sierra de Guadalupe y Sierra de San Pedro (Cáceres). En Cantabria mis amigos Máximo Sánchez Cobo y Alejandro García Herrera descubrieron su presencia en el año 2001 según el artículo "Nueva especie de rana parda descubierta en Cantabria", publicado en la revista Locustella. Hice esta fotografía de un adulto el 18 de agosto de 2012. Esta y el resto de las fotografías las tomé durante el mes de agosto, cuando descubrí esta población de Rana patilarga en un arroyo de la ladera que vierte al Este en el macizo silíceo de Larragorri, municipio de Orozko (Bizkaia). No desvelamos más detalles del arroyo y del tramo donde se encuentra esta población de Rana patilarga para evitar posibles molestias.
Durante el trabajo de campo para el "Atlas de distribución de los vertebrados continentales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa" (1985) y en otros posteriores llevados a cabo por Alberto Gosá para la elaboración de los Planes de Ordenación de Recursos Naturales de los Parques Naturales de Gorbeia y Urkiola, se vieron ejemplares aislados en zonas del País Vasco donde no ha vuelto a ser localizada: el territorio de Gipuzkoa, Oiz, Urkiola o el Gorbeia vizcaíno. Para el mapa de distribución de la Rana patilarga que aparece en el "Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España" (2002) se tuvieron en cuenta 18 registros para el País Vasco, que se corresponden con 13 cuadrículas UTM 10x10 Km (debo agradecer a mis amigos Alberto Gosá y Albert Montori el acceso a la base de datos). Según el informe "Estado de conservación de las poblaciones de Rana patilarga en la Comunidad Autónoma del País Vasco" (2006), "mantiene un núcleo sólido de población en la zona de la costa de Bizkaia (Busturia), en las estribaciones de Gorbeia y en Karrantza, mientras que en el resto su presencia es puntual y se va rarificando hacia el Este". La situación de la especie en el País Vasco es muy precaria según el artículo "Situación actual de las poblaciones de Rana iberica en el País Vasco" (2010), publicado en el número 21 del Boletín de la Asociación Herpetológica Española, ya que "las actividades humanas originan modificaciones en la estabilidad de los hábitats en la cabeceras fluviales. En Urdaibai -y en menor medida en Gorbea-, el aprovechamiento forestal de las plantaciones de eucalipto y pino de Monterrey, así como la apertura de pistas y vías de saca, probablemente tengan incidencia negativa, al modificar repentina y drásticamente las condiciones físicas y químicas de las cauces y riberas. Otro efecto presumiblemente perjudicial es la disminución de caudales debida a captaciones de agua, que pueden llegar a secar los cauces durante el estiaje (constatada en las subpoblaciones del Oka y Gorbea)". Está incluida en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas en la categoría "De interés especial". Tomé esta fotografía de una rana adulta el 15 de agosto de 2012.
En el País Vasco actualmente solo hay poblaciones viables y conocidas en tres macizos y sierras silíceas: arroyos del monte Sollube (los ya conocidos en las laderas que vierten hacia el Este y al menos otro que vierte al Oeste, descubierto por Julio Ruiz Guijarro y el que esto escribe), arroyos en la ladera Norte de los Montes de Ordunte en el municipio de Karrantza y arroyos en la vertiente alavesa del Macizo de Gorbeia. En la vertiente vizcaína del Macizo de Gorbeia existen registros de ejemplares solitarios en los barrancos de Lanbreabe (Zeanuri) y de un único ejemplar que encontré junto al río Arnauri (Orozko), pero no se conoce ninguna población viable. Debemos señalar que en uno de los arroyos tributarios del río Altube, en territorio alavés, se conoce una población, por lo que esta población de Orozko y la descubierta por mi amigo Joseba Egiguren en el municipio de Laudio no serían las primeras conocidas en la cuenca del río Nervión. Tomé esta fotografía de una rana adulta el 15 de agosto de 2012.
Según el texto dedicado a la Rana patilarga en la "Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles", el 40% de las ranas patilargas tienen manchas claras en el dorso, llamadas liquénicas, por su aspecto. Este porcentaje parece mayor en las ranas del arroyo de Orozko. Tomé esta fotografía de una rana adulta con manchas liquénicas el 26 de agosto de 2012.
La garganta está generalmente manchada de color oscuro, excepto una estrecha franja media de color claro. Según la bibliografía, esta característica permite una rápida diferenciación de la Rana patilarga de otras especies de ranas pardas. Sin embargo, como puede verse en estas fotografías de vistas ventrales de cuatro ranas distintas  (las dos primeras de adultos, la tercera de un juvenil y la cuarta de un recién metamorfoseado) del arroyo de Orozko, este carácter varía bastante entre los ejemplares de una misma población. Tomé esta fotografía de una rana adulta el 15 de agosto de 2012.
En este caso y en el anterior el jaspeado de la región gular es de un tono muy claro. Hice esta fotografía de una rana adulta el 18 de agosto de 2012.
En el caso de este juvenil, el característico jaspeado oscuro de la garganta se extiende a lo largo del vientre. Hice esta fotografía el 18 de agosto de 2012.
Este ejemplar presenta todas las características de una Rana patilarga adulta. Sin embargo, se trata de un recién metamorfoseado. Tomé esta fotografía el 26 de agosto de 2012.
Tomé esta fotografía el 26 de agosto de 2012. Se aprecia el tamaño diminuto del mismo ejemplar recién metamorfoseado de la fotografía anterior.
En esta fotografía se observa cómo el recién metamorfoseado presenta el característico jaspeado parduzco en la garganta con su franja media amarillenta. Tomé esta fotografía el 26 de agosto de 2012.
Las larvas de Rana patilarga son muy oscuras y tienen una cola muy musculosa en comparación con la de las larvas de Rana bermeja (Rana temporaria) o Sapo común (Bufo spinosus). Esta última característica debe tener valor adaptativo, ya que habitan en arroyos que llevan mucho caudal en periodos lluviosos, lo que produce fuertes corrientes debido a la pendiente por la que transcurren estos cursos fluviales. Tomé esta fotografía el 15 de agosto de 2012.
Tomé esta fotografía el 26 de agosto de 2012. Llama la atención la musculatura de la cola en comparación con la extensión de las crestas caudales y su aspecto fusiforme, en comparación con los rechonchos renacuajos de Rana bermeja. Sin duda, adaptaciones al medio donde se produce el desarrollo larvario de la Rana patilarga.
Esta es una de las pozas del arroyo de Orozko donde se encontraba uno de los adultos vistos y fotografiados. El intenso estiaje estival del verano del 2012 ha producido que el caudal sea muy escaso en este y otros cursos fluviales, pero permanente a pesar de ello. Tomé esta fotografía el 15 de agosto de 2012.
Aspecto del tramo del arroyo de Orozko en mejor estado de conservación y donde mayor densidad de adultos y larvas detectamos. En primer plano, una de las pozas donde se encontraba otra rana adulta. Tomé esta fotografía el 15 de agosto de 2012.
Esta pista forestal resultó ser el límite entre un tramo con gran densidad de adultos y larvas de Rana patilarga y un tramo con baja densidad. El tramo con menor densidad, aguas abajo de esta pista, colinda con una parcela de Pino de Monterrey (Pinus radiata) talada a lo largo de la primavera de 2012. En este mismo tramo la Rana patilarga cohabita con una gran densidad de larvas de Sapo partero común (Alytes obstetricans), especie ausente aguas arriba del punto donde la pista forestal atraviesa el arroyo. Tomé esta fotografía el 15 de agosto de 2012.
Aguas arriba de la localización de Rana patilarga a mayor altitud, a 320 metros sobre el nivel del mar, un clareo en las parcelas colindantes de Pino de Monterrey ha dejado el cauce del arroyo cubierto por los pies talados. Además, en este tramo la aliseda está muy deteriorada. Hice esta fotografía el 18 de agosto de 2012.
Otra vista de cómo los árboles han quedado sobre el lecho del arroyo durante dicha entresaca. Hice esta fotografía el 18 de agosto de 2012.
Aguas abajo de la pista forestal que cruza el arroyo a 280 metros de altitud sobre el nivel mar (véase una fotografía anterior), se ha respetado la vegetación de ribera, aunque han quedado unos pocos restos de corta sobre el cauce, lo que no parece que pueda afectar negativamente al hábitat de la Rana patilarga. Sin embargo, hay dos aspectos que sí lo han hecho. Por un parte, la tala de la plantación de Pino de Monterrey ha producido que la luz solar directa penetre, ya que la plantación de pinos en algunos puntos llegaba hasta muy cerca del cauce del arroyo, conservándose sólo una hilera de alisos. Por otro lado, el tránsito de maquinaria pesada durante la tala, que se produjo durante un periodo de lluvias primaverales, aguas abajo de la citada pista, ha rellenado de limos finos las pozas que seleccionan las ranas adultas para vivir y reproducirse. Tomé esta fotografía el 26 de agosto.
Aunque en la fotografía aparece una fecha, no es la correcta. Esta fotografía la tomó una cámara de fototrampeo el 27 de agosto de 2012 junto al arroyo de Orozko, en el tramo con rana patilarga. Se trata de la Gineta común (Genetta genetta), un mamífero carnívoro seguramente traído por los árabes como animal doméstico que se asilvestró. En cualquier caso, está ausente de los yacimientos paleontológicos europeos del Cuaternario. Una especie introducida en tiempos históricos es probable que sea su principal depredador, conocidos sus hábitos. En Orozko parece común en las riberas de los cursos fluviales, teniendo en cuenta la frecuencia con la que aparece retratada en las cámaras de fototrampeo o, en su día, capturada en las trampas instaladas durante los descastes de Visón americano (Mustela vison), un mustélido recién asilvestrado en Europa a partir de los escapes de granjas peleteras.
En esta fotografía aérea he incluido la localización de las 8 ranas vistas en un arroyo del municipio de Orozko (Bizkaia). El número de larvas vistas ha sido de varias decenas. La distancia entre las localizaciones más alejadas es de 650 metros. Como puede verse, el arroyo linda con parcelas plantadas con pino de Monterrey (Pinus radiata) en distinto estado de crecimiento, incluyendo una matarrasa llevada a cabo durante la primavera de 2012 y que, como hemos dicho, seguramente afectó negativamente a esta población recién descubierta de Rana patilarga. También puede verse que se ha conservado en relativo buen estado la aliseda que constituye en bosque de ribera de los ríos cantábricos. Esta población se encuentra en el macizo silíceo de Larragorri. Aguas abajo del tramo donde vive esta población hay una presa de unos dos metros de altura, que debe impedir el acceso de las truchas comunes (Salmo trutta), piscardos o "ezkailus" (Phoxinus bigerri) y los cangrejos señal (Pacifastacus leniusculus), este último introducido por la Diputación Foral de Bizkaia durante el declive del Cangrejo de río autóctono (Austropotamobius italicus). Esa presa, hoy en desuso, evita que varios de sus principales depredadores lleguen al tramo donde se encuentra esta población, por lo que una obra humana, por una vez, la estaría beneficiando. Existe otra población viable en un arroyo de este mismo macizo de Larragorri en su vertiente alavesa, descubierta por mi amigo Joseba Egiguren y de la que escribe en el blog Naturayala.

3 comentarios:

Daniel Pérez dijo...

¡Toma ya!. Estupenda aportación al conocimiento del estado de las poblaciones de Rana patilarga en el País Vasco. No sé si hay algún trabajo al respecto, pero sería muy interesante que se profundizará en esa cuestión que has señalado: la incidencia de la actividad forestal sobre esas poblaciones que, como muy bien dices, están situadas en el límite de su distribución oriental.

Un saludo.

Anónimo dijo...

En Zamora creo que no se puede calificar de escasa. Es cierto que falta en la mayor parte de la provincia pero en la zona donde está presente (superior a los 2.500 km2) lo está con poblaciones bastante numerosas. Un saludo,
J. Alfredo Hernández

Juan Manuel Pérez de Ana dijo...

Amigo Alfredo, me acuerdo mucho de las ranas patilargas de Zamora. La primera que vi fue en el cañón del Tera, por encima de Ribadelago, el 11 de agosto de 1993 (lo tengo apuntado). Es decir, hace casi veinte años.